viernes, 27 de agosto de 2010

90 años de la radio

Hoy, 27 de agosto se cumple 90 años de la primera transmisión de radio en la República Argentina. Ese día de 1920, un grupo de entusiastas hicieron que en la ciudad de Buenos Aires, se escuche por primera vez la ópera Parsifal, de Wagner, a través de un pequeño transmisor, un micrófono para sordos y una antena. Ellos pasaron a formar parte de la historia de la radiofonía argentina, aunque lo más probable es que ni si imaginarían cómo su iniciativa afectaría la vida de mucha gente.
Además, se asegura que esa transmisión radial fue la primera con continuidad en el mudo, lo que supone una acción de vanguardia. Hoy resulta obvio (y necesario), que una radio tenga organizada su programación por día y hora, pero estos radioaficionados tuvieron la visión de, cuando nada existía, salir “al aire” a diario. Los autores de esa iniciativa fueron Enrique Susini, Miguel Mujica, Luís Romero Carranza y Cesar Guerrico, a quienes también se los conoció como “los locos de la azotea”.
Después se sumó más gente interesada en el proyecto y, con el paso del tiempo, la radio pasó a formar parte de la vida cotidiana de los argentinos. Según la revista Caras y Caretas (de donde extraigo la mayoría de los datos y la imagen), la primera transmisión fue escuchada por 50 radios a galena que estaban distribuidas en Buenos Aires, en una distancia que no superaba los 10 kilómetros a la redonda.
Hacia fines de 1920 la actividad radiofónica fue creciendo incentivada por personas interesadas en ese rubro y en el negocio de la electricidad. La llegada de la música en vivo, el canto y, fundamentalmente los teleteatros, popularizaron a la radio y se la adoptó como el medio de comunicación por excelencia. En un comienzo, la mayor parte de la programación era en vivo y cada emisora contaba con sus propios elencos estables de radioteatro y orquestas. Los programas, en ese momento, rara vez superaban los 15 minutos de duración… Radio El Mundo, Belgrano y Splendid se fueron consolidando y trascendieron la Capital Federal para llegar al interior del país. A la música y al radioteatro, se le sumaron las transmisiones deportivas desde el lugar donde se desarrollaban. Así crecieron el fútbol, el automovilismo y el boxeo, entre otras especialidades.
Cientos o miles de acontecimientos históricos fueron divulgados por la radio que tenía la posibilidad de aventajar a los diarios con las primicias. Con la llegada de la televisión, la radio debió adaptarse a nuevas tecnologías y formatos. Se empezaron a fabricar aparatos portátiles a transistores y surgieron las productoras privadas. Pero la televisión comenzó a ganar adeptos y a adueñarse de la mayor parte de la inversión publicitaria. Así, la radio modificó su programación, haciendo hincapié en la música grabada y, sobre todo, en la información, a través de “móviles” en vivo desde distintos puntos de la ciudad. Además, tenía corresponsales en el interior y el exterior.
El paso del tiempo hizo que la radio debiera competir con sí misma, ya que a la AM tradicional, se le sumó la FM, con avances sonoros y programación que acaparó la atención de los jóvenes. En la actualidad, casi cualquier transmisión radial se puede escuchar en todo el mundo a través de Internet.
A principios de la década de 1990, la radio llegó a mi vida, cuando una tarde en mi Arrecifes natal “descubrí”, de casualidad, una FM que pasaba muy buena música. Al principio no tenía programación, pero fue creciendo en popularidad y se convirtió en un emblema de la radio arrecifeña. Era FM Light.
Creada por Mariel y Roberto Di Lenarda, la querida FM Light fue repetidora de FM Horizonte y la que me dio la posibilidad (también colaboró mi primo), de entrar en un estudio de radio. Los sábados a la tarde se convirtieron, de 18:00 a 21:00, en un espacio para “La Nueva Generación”.
Esas horas sentado en “la pecera” me ayudaron, años después, cuando en la escuela del Círculo de Periodistas Deportivos, tenía que rendir Radio.
Esas tardes me dieron también la posibilidad de conocer gente y pasar muy buenos momentos.
Hace 90 años atrás, un grupo de personas comenzó con su sueño, seguramente sin imaginarse cómo su iniciativa marcaría una parte de mi vida…

No hay comentarios:

Publicar un comentario