El presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo
Werthein, se refirió a la situación de lxs atletas argentinxs y al regreso paulatino de la actividad deportiva tanto en el
país como a nivel internacional.
Werthein expuso de manera virtual ante los miembros de la comisión de deporte de
la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A.) durante casi
una hora y dejó los siguientes conceptos:
“El Gobierno Nacional fue dictando todas las medidas que
tienen que ver con la cuarentena y nosotros paramos 100% el deporte totalmente
en acuerdo porque creíamos que no estaban dadas la condiciones para tomar un
riesgo que pudiera infectar a toda nuestra comunidad del deporte”.
“Tenemos que entender que para un deportista olímpico, parar
2 o 3 meses a un año de los Juegos, es tener consecuencias que pueden ser muy
difíciles de reparar, para lo cual entramos en un plan de asistencia y de ayuda
a todos los deportistas desde 3 ángulos: uno de la parte psicológica porque a
esto había que contenerlo a ellos y ellos a sus familias, segundo en la parte
deportiva y tercero en la parte económica.”
“Empezamos de proveer de elementos de entrenamientos a cada
uno de los deportistas en sus domicilios (…) para que, por lo menos, pudieran
tener una estrategia de mantenimiento.” “Resolvimos dar una beca extraordinaria
por 2 meses de $10.000 a todo nuestro universo de becarios y además ampliarlo a
becarios de la Secretaría de Deporte para que todos estuvieran incluidos”.
“A partir de ahí comenzamos lo que sería la segunda fase que
es empezar a pensar cómo podíamos encontrar distintos protocolos que nos
permitiera poder entrenar a modo de testeo” en función del lugar de residencia.
“Llegamos a la conclusión de que lo que debíamos hacer era generar en esta fase
una instancia, a modo de testeo, en donde pudiéramos arrancar con un par de
deportes de una manera segmentada con un límite de deportistas con la supervisión
y el control y, a partir de ahí, crear una task force que esté integrada por el
Ministerio de Salud, el Ministerio de Turismo y Deporte y el Comité Olímpico,
en el cual podamos discernir técnicamente qué es lo posible y qué es lo
aceptable.” Y agregó: “Si estos protocolos funcionan con un número pequeño de
deportistas, esto puede ser una gran oportunidad para testear cómo podemos
prolongar o extender todo esto”.
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