En el preámbulo de la
industria automotriz, a finales del Siglo XIX, los vehículos contaban con
diferentes opciones de motorización: a vapor, eléctricos y con combustibles
fósiles. Estos últimos fueron los que prevalecieron, pero para abastecerlos, se
extrajeron cantidades exorbitantes de petróleo, se contaminó el planeta y hasta
se libraron guerras.
El automovilismo
deportivo nació y se desarrolló con motores a combustión. Se fabricaron impulsores
potentes y veloces capaces de romper récords de velocidad que, obviamente,
exigían una gran cantidad de combustible. Sin embargo, en la segunda década del
nuevo milenio, el automovilismo internacional comenzó a recurrir a las energías
renovables. Así, en 2014 comenzó el campeonato de la Fórmula E, una categoría de
monopostos en la que sólo compiten autos eléctricos. Partió de un concepto
diferente al tradicional, ya que la categoría compite solamente en circuitos
callejeros armados en las ciudades más importantes del mundo, intentando
demostrar que es posible montar un evento automovilístico de nivel
internacional con un mínimo impacto en el medio ambiente, sin emisiones de
gases ni contaminación auditiva. La Fórmula 1 también introdujo cambios en su
reglamento técnico en 2014 para dar paso a los motores híbridos, hecho que se
replicó en el World Endurance Championship (WEC). El Deutsche Tourenwagen
Master, campeonato alemán de autos de turismo (más conocido como DTM), evalúa
cambiar sus impulsores por los eléctricos. El ex campeón de F1 Nico Rosberg y
propietario de un equipo de DTM afirmó que “un día, cuando todos los
fabricantes vendan coches eléctricos, el DTM también tendrá que ser eléctrico,
eso es seguro” y agregó que “tendremos que ver si ocurrirá dentro de siete años
o dentro de cuatro, pero definitivamente hay que tener un ojo puesto en ello”,
le aseguró al sitio Motorsport.com.
El automovilismo está
acompañando a la industria automotriz y en los próximos años avanzarán,
paulatinamente, hacia el cambio de motorización. El sonido tradicional de los
impulsores a combustión dejará paso a los insonoros motores eléctricos. Sin
dudas que eso afectará al público cautivo de las competencias, pero es un paso
que, indefectiblemente, el automovilismo dará. Las nuevas generaciones, con una
mayor conciencia d el cuidado del medio ambiente, avalará la llega de las nuevas
tecnologías.
Las automotrices que posicionan
su marca en la Fórmula E son Audi, BMW, DS, Nissan y Jaguar. Por su parte, en
la F1, las terminales presentes con motores híbridos son Mercedes Benz, Ferrari,
Renault y Alfa Romeo. Además, la marca Honda participa como proveedor de
motores.
A juzgar por los
hechos, a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) se le presentará un
dilema ya que la F1 también debería tomar el rumbo de los motores eléctricos,
algo que ya hizo la Fórmula E con un modelo de negocio totalmente diferente. ¿Acaso
tiene la FIA dos productos deportivos similares bajo su órbita? ¿La Fórmula E
reemplazará a la F1? ¿Se fusionarán ambas categorías?
Fotos / Photos: @F1
(Twitter) y @fiaformulae (Twitter)
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